Muchas veces nos sentimos agotad@s y sin saber exactamente el por qué ni el motivo ¿A qué alguna vez te ha pasado?
El problema es que no somos conscientes de que nuestros malos hábitos también nos pasan factura y por eso tenemos que estar atent@s para evitarlos o reducirlos.
¿Quieres saber cuales de tus «malas rutinas diarias» pueden estar pasandote factura? Queremos ayudarte a descubrirlas, ¡Atent@!:
* UNA MALA ALIMENTACIÓN: Hace que no comamos las suficientes vitaminas y éstas son fundamentales para regular muchos procesos del organismo, por lo que si careces de ellas es normal que «no rindas bien» e incluso a que tengas más resfriados de los habituales.
En algunas ocasiones la falta de vitaminas, puede deberse a algún problema de absorción intenstinal y te lleve a perder masa muscular , pero son casos puntuales.* TABACO y OBESIDAD: Uno de los primeros síntomas de que tu organismo no se oxigena bien es el cansancio, por eso los fumadores son más propensos a padecer fatiga. Aunque también pueda deberse a una mala dificultad de la llegada de oxígeno a tus pulmones.
Las personas con sobrepeso tienen más tendencia a padecer problemas de oxigenación al tener sus pulmones más oprimidos.* MEDICACIÓN: Existen muchos fármacos que «agotan» o pueden provocarte fatiga. Así que atento si de manera habitual tomas antihistamínicos (para las alergias), antihipertensivos, antidepresivos, sedantes… o abusas de laxantes y diuréticos.
En ocasiones extremas determinadas enfermedades también provocan ése cansancio como pueden ser el CÁNCER (Ya que algunos tumores causan anemia y con ella cansancio extremo), ARTRITIS REUMATOIDE (Éste trastorno autoinmune causa cansancio y también dolor en manos,pies y rigidez en las articulaciones) o DIABETES (El acumulo de azúcar en la sangre sin poder entrar en las células produce sensación de agotamiento, sed, más apetito,aumento de la orina…)
Pero estoy convencida que no es tu caso… y simplemente ¡Reduciendo o eliminando por completo algunos de tus hábitos nocivos puedes mejorar considerablemente tu cansacio!
¿A qué esperas para empezar con tus «nuevas rutinas»?