Decir adiós a las vacaciones y volver a la rutina conlleva una sensación de malestar, con síntomas tanto físicos como emocionales que afectan a nuestro organismo y a nuestro estado de ánimo. El llamado “síndrome postvacacional” está considerado como un proceso de adaptación. Que puede conllevar síntomas como irritabilidad, estrés ,ansiedad sensación de ahogo, taquicardias o problemas digestivos y en casos graves puede degenerar en dolencias neurológicas o migrañas.
El rango de edad más afectado por éste síndrome suele ser entre los 25-40 años, pero no por ello tenemos que olvidarnos del resto de las edades,incluso los niños sufren problemas en la adaptación a la rutina.De hecho, hasta un 8% de los niños puede presentar algún síntoma relacionado con este síndrome siendo más frecuente en septiembre.
Por eso es importante volver a casa unos días antes de reiniciar la actividad laboral para retomar poco a poco las rutinas diarias, ya que para que nos acostumbremos a la «vuelta a la normalidad» nuestro cuerpo necesita de 3 a 4 días También es cierto que vacaciones largas, agotadoras o en las que no se descansa bien o situaciones como falta de motivación laboral, o una mala adaptación en el trabajo incluso antes de las vacaciones pueden hacernos aún más dura la «vuelta al cole»Por eso es importante que retomes tu rutina alimentándote correctamente, porque el principal problema de los kilos de más en verano no es que se coma en exceso, sino que se come peor y la falta de ejercicio fundamentalmente.
Los especialistas aconsejan ir aumentando progresivamente el ritmo de las obligaciones, mantener un horario regular de sueño, realizar actividades que ayuden a despejar la mente o mantener una dieta equilibrada para afrontar el día con la energía necesaria; y si los síntomas son muy intensos o si se prolongan demasiado en el tiempo, puede ser necesario acudir al médico o farmacéutico. La homeopatía puede ayudar a aliviar las diferentes manifestaciones del estrés, tanto físicas como el dolor de cabeza o las alteraciones digestivas; psíquicas como trastornos del sueño, ansiedad e irritabilidad; o comportamentales tales como falta de concentración o apatía.
¿Retomamos la vuelta al cole en condiciones?