Muchas veces la propia desinformación hace que puede que lleguemos a padecer enfermedades más o menos graves. Por eso, y como farmacéutica que soy, me siento en la obligación de aconsejarte sobre HÁBITOS SALUDABLES que te ayudaran a mantener tu sistema inmunológico en condiciones óptimas y así evitar gripes y resfriados. Para ello es importante dormir un mínimo de siete horas diarias y reducir el estrés (¿Parece imposible, verdad?), permitiendo que el cuerpo se recupere. Además debes seguir una alimentación variada y una adecuada hidratación. Y no olvides que practicar deporte siempre ayuda a encontrarte mejor.
Si desgraciadamente has caído la red de la gripe y el resfriado, puedes hacer más llevadera tu convalecencia de ésta manera:
- Descansa para recuperar fuerzas (Aunque a veces nos parezca imposible, es importante mentalizarnos que a veces hay que bajar el ritmo)
- Bebe gran cantidad de líquidos para eliminar al mucosidad, prevenir la deshidratación y aliviar el dolor de garganta.
- Haz gárgaras con agua caliente, miel y limón (Te ayudaran con el dolor de garganta)
- Evita los cambios bruscos de temperatura y mantente en un ambiente cálido, ya que los virus prefieren las bajas temperaturas.
- No fumes, porque el tabaco te irrita la garganta y las mucosas.
- Evita las bebidas alcohólicas, que pueden interferir en la medicación.
- Y ante todo evita automedicarte y consulta con el médico o el farmacéutico sobre el tratamiento que mejor se adapta a tus necesidades para aliviar tus síntomas.
Y recuerda que su sintomatología es diferente , porque el RESFRIADO con frecuencia, comienza con dolor de garganta y puede ir acompañado de malestar general, fiebre, tos o ronquera. La congestión nasal es uno de sus síntomas más molestos, porque nos tapona la nariz, dificulta la respiración y acaba impidiendo que descansemos adecuadamente por la noche. Sin olvidar que consigue que acabemos perdiendo el apetito.
En cambio la GRIPE es una infección viral que se diferencia del catarro en cuanto a su sintomatología porque aparece bruscamente con un cuadro de fiebre alta y se acompaña de dolor muscular intenso en piernas y espalda. Sus síntomas son cansancio, debilidad y malestar general y puede acabar derivando en complicaciones graves como bronquitis o neumonía.
Puede que todos estos consejos ya te suenen de algo, ¡no importa! Apúntatelos y verás la diferencia.
¡Suma salud!